Jorge Icaza
Cuando tenía tres años, muere su padre, José Antonio Icaza Manzo. Así que fue llevado a la Hacienda Chimborazo, en la provincia del mismo nombre que era propiedad de su tío materno, Enrique Coronel. Así entró en contacto con la realidad social ecuatoriana que marcó toda su obra. La cercanía con los indígenas lo hizo muy sensible a esa realidad de sometimiento y pobreza. A los seis años, su madre, Amelia Coronel Pareja se casa en segundas nupcias y lo abandona. La familia Salazar Gómez lo acoge, y luego su madre se traslada de nuevo a Quito. Estudió en el colegio San Gabriel, regentado por los padres jesuitas, pero se graduó finalmente en el Instituto Nacional Mejía, de carácter público
Juan Montalvo
Su padre, don Marcos Montalvo, hijo de un
inmigrante andaluz, se dedicaba a los negocios
ambulantes. En Quinchicoto, cerca de Ambato, conoció a doña Josefa Fiallos
Villacrés, con quien se casó el 20 de enero de 1811. La
pareja tras un tiempo se domicilió en Ambato, ciudad en la que don Marcos llegó
a destacarse. Fallecidos
ya algunos hermanos en la edad de la infancia, Juan se convirtió en el menor de
los varones, y sus padres le procuraron mimos y cuidados.
Tuvo siete hermanos:
Francisco, Francisco Javier, Mariano, Alegría, Rosa, Juana e Isabel. Su niñez
transcurrió no sólo en su casa, sino también en la cercana quinta de Ficoa. En 1836 sufrió de viruelas y quedó con el
rostro marcado. A los siete años fue a la escuela, una humilde casa de aldea,
de una sola planta, pobremente administrada y sostenida. En 1843,
cuando tenía once años, su hermano fue arrestado, encarcelado y desterrado por enfrentarse políticamente a la
dictadura de Juan José Flores.
Según el escritor Galo
René Pérez, el destierro de su hermano le "dejó una lesión
moral de la que no se recuperó jamás", llevándolo a odiar a las dictaduras. El
17 de febrero de 1857, durante el gobierno de Francisco Robles, Montalvo fue
nombrado adjunto civil a la legación ecuatoriana en Roma, mientras que
Francisco Javier Salazar fue nombrado secretario de la misma.
José Joaquín de Olmedo
Sus padres fueron el capitán español Agustín
de Olmedo y la dama guayaquileña Ana María Maruri. La educación primaria la
recibió en su ciudad natal, la secundaria en el Seminario San Luis de Quito,
pasando más tarde al Convictorio de San Fernando; luego, a los catorce años
siguió Jurisprudencia en la Universidad
de San Marcos de Lima. Se distinguió como escritor y literato.
Olmedo regresó a la
ciudad de Guayaquil el 20 de agosto de 1808, teniendo la oportunidad de estar
presente en la muerte de su padre, por quien sentía un profundo respeto y
admiración.
El 10 de septiembre
de 1810, Olmedo fue nombrado representante del Cabildo guayaquileño. Durante su
vida, dedicó parte de su tiempo a la creación de novelas, cantos, obras,
poemas, entre otros tipos de obras literarias. Entre sus más conocidas obras
están: Canto a Bolívar; Al General Flores, vencedor en
Miñarica; y Alfabeto para
un niño. Diseñó la bandera y el escudo de Guayaquil, además de componer la
letra para su posterior himno.
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